La técnica de Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®) es una innovadora técnica que permite que se produzcan una serie de cambios biológicos, mecánicos, biomecánicos y funcionales en un tejido músculo-esquelético a través del paso de una corriente eléctrica continua. Fue creada por el Doctor en Fisioterapia José Manuel Sánchez.
¿Cómo fue desarrollada la EPI®?
Antes de 1990 se observaba el siguiente escenario: el tendón lesionado tiene ciertas características que hacen que los mecanismos de regeneración fracasen, además de producirse una serie de cambios histológicos que hacen incompartible la reparación del mismo.
La curación de los tendones se considera una de los mayores problemas de la medicina deportiva, ya que las tendinopatías son muy reacias a los tratamientos convencionales tanto médicos como de fisioterapia. La complejidad de las tendinopatías debido a sus características clínicas e histopatológicas hace muy difícil de tratar y son numerosos los deportistas que han de abandonar su actividad deportiva y competitiva.
Tendinopatías: mecanismo de producción
Cuando sometemos a un tendón a sobrecarga las células que lo conforman (tenocitos, macrófagos y monocitos) traducirán la sobrecarga en la fabricación y expresión-liberación de citocinas pro-inflamatorias, factores proantiogénicos e incluso factores de crecimiento, de tal manera que pueden ocurrir 2 fenómenos:
- Proceso de reparación del tendón correcto, en donde simplemente se resuelve la inflamación a pesar de la sobrecarga del tendón.
- Proceso de reparación del tendón incorrecto, en donde los 3 compartimientos del tendón (de inflitración, estromal y de inmunodetención) se ven afectados por una respuesta celular inflamatoria aberrante. En otras palabras: la sobrecarga conlleva a liberación de citocinas y las citocinas degeneran al tendón.
Entrevista José Manuel Sánchez - Creador de la técnica EPI Advanced
La técnica EPI® fue desarrollada a final de 1990. El Doctor José Manuel Sánchez encontró que el tejido degenerado de un tendón podía ser eliminado gracias a la activación de la respuesta fagocitaria y la regeneración/reparación tisular mediante campos eléctricos.
¿Qué barreras tiene que superar la EPI®?
La EPI® tiene que superar 2 tipos de barreras para poder producir una correcta regeneración del tejido tendinoso:
Barreras mecánicas
Las barreras mecánicas a las que se enfrenta el EPI® son las siguientes:
- Fibrosis.
- Degradación del colágeno.
- Degradación mixoide.
- Calcificación.
- Exostosis/espolón
- Roturas intratendón.
Barreras biológicas
Las barreras biológicas a las que se enfrenta el EPI® son las siguientes:
- Predominio catabólico.
- Déficit de movimientos fluidos de la membrana extracelular.
- Neovascularización.
- Hipoxia.
- Respuesta celular inflamatoria aberrante.
- Dolor.
¿Por qué el EPI® funciona?
El dispositivo EPI® funciona porque integra 5 parámetros electrobiofísicos de manera simultánea en la estructura del tendón que se encuentra degenerado. Estos 5 parámetros son:
- Eléctrólisis.
- Neuromodulación.
- Desionización.
- Efecto liófilo.
- Sublimación
¿Qué patologías pueden tratarse con la EPI®?
La técnica EPI® se utiliza para tratar las lesiones más comunes de los tejidos blandos:
- Tendón rotuliano.
- Tendón Aquiles.
- Músculos.
- Entre otros (como por ejemplo fascias y nervios, aunque la evidencia científica más sólida sobre la efectividad de esta técnica está en las investigaciones relacionadas con tendinopatías).
Efectos de la Electrólisis Percutánea Intratisular
La técnica EPI® tiene los siguientes efectos:
- Reducción de la respuesta celular inflamatoria aberrante.
- Aumenta la diferenciación, migración y proliferación celular tanto de los fagocitos como de los tenoblastos.
- Modifica el pH de la PO2 y del potencial eléctrico endógeno del tejido de acuerdo con los potenciales eléctricos de curación.
- Reestablece el movimiento de fluidos dentro de la matriz extracelular, haciendo más compatible los procesos de remodelación y de homeóstasis.
La técnica EPI® garantiza una correcta respuesta inflamatoria local y controlada permitiendo optimizar las características básicas de la generación del tendón: respuesta inflamatoria, angiogénesis, proliferación y migración de las células del tendón, remodelación y maduración.
¿Quienes NO pueden ser tratados con EPI®?
Como en toda técnica de tratamiento, hay ciertas personas a las que la EPI® no puede ser aplicada. Veamos algunos ejemplos:
- Cuadros de bacteremia: pueden agravarse.
- Embarazadas: queremos evitar que suceda algo al feto.
- Pacientes oncológicos: queremos evitar la proliferación de células malignas en el organismo.
- Belonefobia: las personas con fobias a las agujas no pueden recibir EPI®.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad para aprender sobre la EPI®. Recuerda que aquí en Fisioterapia Online tenemos mucha más información.