La tendinitis del tendón de Aquiles es una patología que vemos comúnmente en nuestros pacientes corredores, pero es importante tener en cuenta que una afectación del musculo tibial posterior puede llevarnos a un error si no realizamos un adecuado diagnóstico diferencial.
Los pacientes con afectación miofascial del tibial posterior suelen tener dolor en la zona del tendón de Aquiles al caminar o correr especialmente en superficies irregulares estos pacientes pueden además referir dolor en la planta del pie, el talón y la pantorrilla lo cual puede confundirse con una patología del Aquiles.
Localización del tibial Posterior
El tibial posterior es un músculo profundo, se encuentra entre la membrana interósea por delante y el músculo soleo por detrás.
Se inserta proximalmente en la membrana interósea y la superficie medial del peroné y distalmente en la superficie de la mayoría de los huesos que forman el arco del pie.
Función del tibial posterior
La función del tibial posterior tiene una gran importancia durante la carga y especialmente al caminar y correr.
En la posición de pie en carga distribuye el peso corporal entre la cabeza de los metatarsianos y ayuda a llevar el peso hacia el lado externo del pie.
Es esencial en la conservación del arco interno del pie junto con el peroneo lateral largo, el flexor propio del dedo gordo, el flexor común de los dedos y el aductor del dedo gordo.
Durante la marcha y la carrera ayuda a mantener la buena alineación del pie y la distribución de las carga, evitando especialmente el valgo del tobillo al principio de la fase de apoyo de la marcha y frenando la eversión del pie durante el apoyo medio.
La importancia de la Función de este músculo es mayor cuanto más aumenta la fuerza muscular requerida y la velocidad de la marcha.
Causas de afectación de este músculo
Existen diferentes causas funcionales que pueden provocar la activación de puntos gatillo en este músculo:
- Correr, especialmente en terreno irregular o en superficies inclinadas lateralmente, especialmente en corredores novatos o con una técnica inadecuada.
- Unas zapatillas muy desgastadas que faciliten la eversión del pie y el balanceo del mismo
- La tendencia a la hiperpronación que puede exigir al músculo un trabajo excesivo.
- Descompensaciones musculares con sus antagonistas como los peroneos.
Existen además causas sistémicas como la hiperuricemia y la polimialgia reumática.
¿Cómo saber si esta afectado el tibial posterior?
En los pacientes con debilidad en este músculo puede observarse un giro hacia fuera del pie al caminar o al mantenerse de pie además de un pie excesivamente pronado. Observaremos un caminar con el pie en una eversión y una abducción parciales con una marcha en falsos pies planos.
Para la valoración de la fuerza muscular los autores Johnson y Strom recomiendan la prueba del levantamiento del talón en apoyo monopodal. En esta prueba, el paciente con signo positivo, levantara el talón de forma incompleta sin bloquear el retropié o no conseguirá levantarse sobre el antepie.
La palpación es complicada dada la profundidad del músculo y nos veremos forzados a realizarla a través de otros músculos más superficiales.
Desde detrás se puede provocar los síntomas apretando profundamente entre el borde posterior de la tibia y el soleo desplazando parcialmente este hacia atrás.
Desde el lado externo se puede provocar dolor en el tibial posterior presionando a través de los músculos sóleo y flexor largo del dedo gordo.
Tratamiento de la tendinitis del tibial posterior
Las técnicas de relajación postisometrica se han mostrado eficaces para el tratamiento de puntos gatillo en este músculo, pero debemos tener en cuenta que no deberíamos realizar estiramientos de amplitud completa si el retropié o el antepie son hipermoviles.
En el caso de que las articulaciones del pie se mostrasen hipomóviles si deberían ser movilizadas.
El estiramiento de cadenas musculares antagonistas y músculos como los peroneos estaría indicado en el caso de que observásemos retracción de los mismos.
La punción seca y otros tratamientos invasivos presentan la dificultad del abordaje del musculo debido a su situación anatómica, quizás el abordaje a través de la membrana interósea sea el más adecuado.
La mejora de la técnica de carrera puede ser esencial en los corredores incidiendo en el buen contacto y control motor en la primera fase de apoyo y en el apoyo medio del pie durante la carrera.
Realizar los entrenamientos en terreno llano y con unas zapatillas que provean de un buen soporte para el arco plantar es adecuado hasta que el corredor sea capaz de controlar la dinámica del pie.
En casos de incapacidad para evitar los movimientos lesivos una plantilla realizada tras un correcto estudio de la marcha por un podólogo especializado puede ser una solución adecuada siempre acompañado por un trabajo activo del paciente en cuanto a corrección técnica de la carrera y fisioterapia.
Tendinitis del tibial posterior. Tratamiento con ejercicios de fisioterapia.
En este vídeo te hablaremos acerca de la tendinitis del tibial posterior, haciendo énfasis en qué es, causas, síntomas, tratamiento y método preventivo para esta patología. El músculo tibial posterior se origina en la cara posterior de la tibia y del peroné, y se inserta en el hueso escafoides, la primera y según cuña y en del 2° al 4° metatarsiano. La inflamación del tendón de este músculo es lo que conocemos como tendinitis del tibial posterior.