La migraña es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes. De hecho, es tan común que algunas personas aún no la consideran una enfermedad, sino más bien una variante normal de la condición humana. Aunque la palabra migraña evoca la imagen de dolores de cabeza, las migrañas implican mucho más que un dolor de cabeza. De hecho, a veces el dolor de cabeza puede ser pequeño o ni si quiera existe.
Muchas personas que sufren de migrañas están familiarizados con el aura visual (ver puntos de luz intermitente, a veces con agujeros oscuros en o destellos de luz en zig-zag, como un relámpago), que aparece justo antes del dolor de cabeza. Estos fenómenos visuales tienden a aparecer unos 15 minutos antes del dolor de cabeza.
Los clásicos síntomas de la migraña
- Cefalea pulsátil en un lado de la cabeza
- Náuseas y vómitos
- Extrema sensibilidad a la luz y al ruido
- La necesidad de ir a un cuarto oscuro y tranquilo para dormir
Aunque estos síntomas pueden parecer comunes para quienes sufren de migrañas, mucha gente no se da cuenta. También hay una asociación entre las migrañas, el oído interno y los mecanismos cerebrales que afectan la audición y el equilibrio.
Síntomas vestibulares
- Vértigo
- Desequilibrio
- Mareos
- Inestabilidad
- Extrema sensibilidad al movimiento
Síntomas auditivos
- Sordera
- Sensibilidad del oído alterada
- Hormigueo o zumbidos en el oído
Los síntomas auditivos están asociados con las migrañas debido a una disfunción del sistema vestibular y a menudo ocurren sin dolores de cabeza.
Factores agravantes de las migrañas
Aunque no comprendemos totalmente las causas de la migraña, sabemos que puede ser causada o agravada por una serie de factores, incluyendo:
- Hipoglucemia (azúcar bajo en sangre)
- Estrés y patrones de sueño alterado
- Dieta
- Chocolate, vino tinto
- Café, refrescos con cafeína
- Queso, glutamato monosódico (MSG)
Hechos relacionados con la migraña
- Las mujeres tienen más probabilidades de tener migraña que los hombres
- Los síntomas a menudo son peores en el momento de la menstruación
- La historia familiar de migrañas tiene una fuerte trascendencia
Diagnosticar el padecimiento de migrañas
En la mayoría de los pacientes con migraña vestibular, los síntomas vestibulares y dolores de cabeza no ocurren al mismo tiempo. Por lo tanto, la aparición de mareos, por sí solo no marca un diagnóstico correcto.
Establecer un diagnóstico correcto requiere la exclusión de otras condiciones que pueden causar síntomas similares, tales como:
- El vértigo posicional paroxismal benigno (BPPV)
- Enfermedad de Meniere (también conocida como hidropesía)
- Los ataques isquémicos transitorios (AIT)
- Líquido en el oído interno, los derrames
- Irritación del nervio vestibular
Tratamiento ante las migrañas
La migraña vestibular es tratada de manera similar a otros tipos de dolor de cabeza. Para los síntomas leves o moderados, los analgésicos comunes como paracetamol, ácido acetilsalicílico e ibuprofeno pueden ser suficientes. Para las crisis que incluyen mareos y náuseas, la medicación que se utiliza (como antieméticos) proporciona alivio de los síntomas. Si los eventos son frecuentes o incapacitantes, los medicamentos que se utilizan para prevenir los ataques suelen ser los siguientes:
- Agentes bloqueadores beta
- Bloqueadores de los canales de calcio
- Antidepresivos tricíclicos
- Agentes serotoninérgicos
- Gabapentina
- Clonazepam
- Acetazolamida
- Valproato de sodio
- Topiramato
- Oxcarbazepina
Recuerde que su médico es la mejor persona para guiarle en el uso de estos medicamentos.
Tratamiento natural:
También existen tratamientos preventivos adjuntos más naturales, tales como:
- Evitar ciertos alimentos que pueden desencadenar las migrañas, como el chocolate, vino tinto, queso, cafeína y glutamato monosódico (MSG)
- Practicar ejercicio
- Aprender a manejar el estrés
- Cuando las migrañas están asociadas con los períodos menstruales, tomando un diurético y restringiendo la ingesta de sal en el momento de la menstruación puede ayudar.
- Al igual que con todas las enfermedades vestibulares crónicas, se debe prestar atención a las consecuencias psicológicas de la enfermedad, a los medicamentos y a las consultas apropiadas.
Tratamiento fisioterapéutico:
Tratamiento estructural centrado en la pelvis, el tórax, las costillas, así como en las tres primeras vértebras cervicales; movilización de las suturas y apertura de agujeros de la base del cráneo (agujero rasgado posterior) la liberación de la hoz del cerebro y tienda del cerebelo, terapia miofascial, terapia craneo-sacra; técnicas viscerales en diafragma, estómago, duodeno, vías biliares, colon, ovarios, útero y vejiga, liberación de puntos gatillo cráneo-cervico-mandibulares de forma manual o con punción seca, finalmente técnicas de relajación e inducción del control postural.
Para casi todos los pacientes, la combinación adecuada de dieta, ejercicio y tratamiento (si es necesario) alivian los síntomas y permite volver a una vida normal.