Son muchas las pacientes que acuden a consulta y me sueltan cosas como “si no me cruzo de piernas al toser, pierdo”, “si corro y no llevo salvaslip me tengo que cambiar de bragas”, “como cuenten un chiste y me pille con la vejiga llena…”. En este artículo voy a explicar qué es la incontinencia urinaria de esfuerzo y qué herramientas tenemos para solucionarla.
Incontinencia urinaria de esfuerzo
La incontinencia urinaria de esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina al realizar un esfuerzo. Esto no significa que se escape todo el contenido de la vejiga, simplemente con notar humedad ya se considera incontinencia de orina.
En la actualidad, la estadística asusta y los porcentajes de gente con este problema son elevadísimos. Esto es un problema, sí, lo sé, es común, todos conocemos a alguien que le pasa, si es que no nos pasa a nosotros, pero NO es estar sano, es PATOLÓGICO.
¿Cómo se contiene la orina?
Para que la orina no se escape necesitamos que el sistema vesical y el sistema nervioso (los nervios que comunican el sistema urinario y el cerebro) se encuentren en óptimo estado, hasta aquí lógico.
El sistema vesical está formado por la vejiga, el esfínter y la uretra. La vejiga es el “contenedor” de orina y está formado por un músculo llamado detrusor que en situación normal está relajado, para que la vejiga se vaya llenando como si fuese un globo.
Para que la vejiga no pierda orina tenemos el esfínter que es una especie de llave de paso. Cuando el detrusor se estira en exceso, a través del sistema nervioso, el cerebro es informado que la vejiga está llena. Entonces si tenemos un baño cerca y la posibilidad de orinar, el cerebro da permiso para que el detrusor se contraiga y se relaje el esfínter, de este modo, sale la orina a través de la uretra al exterior.
Muchas personas tienen un debilitamiento del suelo pélvico causado: por un parto, una lesión en la zona, por estreñimiento, medicament
os o cirugías entre otras muchas cosas… Tienen dañadas algunas de estas estructuras que realizan la contención de la orina y, cuando se produce un esfuerzo, el esfínter no puede mantenerse cerrado y se pro
duce la incontinencia.
Ahora ya sabemos cómo podemos mantener en la vejiga la orina, así que os voy a explicar cómo se puede es
capar.
Ese músculo durante los esfuerzos desciende empujando todo el contenido de la cavidad abdominal (estómago e intestinos) contra la pared abdominal (transverso profundo del abdomen) y es entonces, si no tenemos un buen tono abdominal y hacemos un esfuerzo, cuando ese empuje del diafragma sobre las vísceras no es amortiguado, rebotando en un ángulo de 90º y comprimiendo las estructuras viscerales que están en el interior de la pelvis (útero, vejiga y recto).
De esa manera, la presión sobre la vejiga aumenta y si no tenemos la musculatura del suelo pélvico bien, esta no es capaz de aguantar la presión y se abre, dejando pasar la orina de la vejiga a la uretra a través del cuello vesical.
¿Qué se considera esfuerzo?
Correr, toser, cantar, saltar, gritar… es por eso que colectivos como músicos, profesores, atletas, bronquíticos… son personas que deberían tener especial cuidado con su suelo pélvico para que esto no ocurra.
¿Qué soluciones tenemos?
La solución pasa por un entrenamiento del suelo pélvico. La musculatura del suelo pélvico está formada por dos tipos de fibras musculares: las tónicas, cuya función es el soporte de las vísceras de la cavidad pélvica y son aproximadamente el 80% de las fibras; y las fásicas que aportan fuerza al músculo y son el 20%. Cuando queremos entrenar un músculo debemos activar el 100% de las fibras y esto se realiza mediante dos tipos de ejercicios:
- La Gimnasia Abdominal Hipopresiva: trabaja la parte tónica de estos músculos. Es un tipo de ejercicio abdominal que fue pensado por M. Caufriez cuando descubrió que las mujeres que querían recuperar su abdomen tras el parto, realizaban abdominales clásicos y presentaban una disminución del tono de suelo pélvico, incluso un problema de incontinencia, vamos lo que os hemos explicado de la hiperpresión sobre la vejiga. Con la Gimnasia Abdominal Hipopresiva, se consigue trabajar el abdomen sin tener efectos negativos en el suelo pélvico, recuperando la amortiguación abdominal y restando trabajo de amortiguación de esfuerzos al suelo pélvico.
- Los ejercicios de contracción-relajación: trabajan las fibras voluntarias del suelo pélvico que ayudan al control de esfínteres y también a mejorar la calidad de las relaciones sexuales.
Además existen bolas chinas y otras cosas que pueden ayudar a mantener el tono ganado con los ejercicios, prometo hablaros de esto en próximos artículos.
Si tenéis este problema o dudas de como tenéis el suelo pélvico, no dudéis en realizaros una valoración con un fisioterapeuta experto en uroginecología que os mostrará cómo solucionar vuestro problema.