La hernia discal, solamente el término asusta a muchísimas personas pero lo que no nos suelen contar es que una parte enorme de la población tiene una o más hernias discales y no lo saben porque nunca les ha provocado ninguna molestia.
Hernia Discal ¿qué es?
Es normal que a lo largo de los años, nuestros discos intervertebrales se vayan "secando", degenerando, y por lo tanto será mucho más fácil que se deformen ante las fuerzas de compresión ejercidas por las vértebras. También con los años, la musculatura que rodea a nuestra columna vertebral se va volviendo más rígida y corta, lo que provoca una menor separación entre las vértebras y por lo tanto más presión sobre los discos.
Como decimos, todo esto son procesos normales y nuestro cuerpo por si solo no podrá evitarlo. Dependerá mucho de la suerte que cuando un disco se desplace toque o no toque determinadas estructuras. Una hernia del mismo tamaño puede ser asintomática o por el contrario puede causarnos dolores muy intensos.
¿Podemos hacer algo ante una Hernia Discal?
Por supuesto que sí podemos mejorar la situación. Sobre todo tendremos que ponernos serios y disciplinados porque el mejor remedio pasa por hacer los ejercicios adecuados y cuidarnos también a nivel nutricional.
Existen ejercicios para estirar tanto grandes músculos que solemos tener tensos y provocan dolor y tensión en nuestra columna, también ejercicios para pequeños músculos que mantienen nuestras vértebras apretadas entre ellas y también ejercicios para fortalecer zonas que nos protegerán de movimientos no deseados en nuestra columna.
Además del ejercicio tenemos que tener en cuenta que el tejido nervioso necesita de vitaminas del grupo B para poder regenerarse y que los discos intervertebrales tienen gran tendencia a deshidratarse por lo que nuestro nivel de hidratación siempre ha de ser óptimo.
En general hay muchas cosas que podemos hacer para que el hecho de tener una hernia discal no sea sinónimo de tener dolor y mala calidad de vida.