A nuestro cuerpo no se le puede engañar: se pueden esconder sus síntomas pero esto no significa que acabemos con la raíz del problema, sino que frecuente el problema repite de forma periódica o se deriva a otras zonas del cuerpo. Es por ello que a veces los trastornos que ocurren en las vísceras que aplacamos con analgésicos o antiinflamatorios terminan manifestándose en la espalda. En este vídeo te explicaremos a qué nos referimos con esto.
¿Cómo se caracteriza una disfunción visceral?
El autor en este vídeo describe con detalle en qué consiste una disfunción visceral, aunque aquí te decimos brevemente en qué consiste: una disfunción visceral se trata de una alteración de la función de un órgano. Por lo general las disfunciones viscerales presentan las siguientes características:
- Muchos síntomas, pocas pruebas. Son muchos los síntomas que puede provocar una víscera en disfunción por ejemplo una dispepsia o dificultad para la digestión cuando el estómago funciona mal, o la dificultad para orinar cuando la próstata funciona mal. Por lo general son trastornos que no pueden ser comprobados a través de exámenes especiales.
- Repercusión sobre la espalda. La pronta repercusión de un órgano sobre la espalda; a través de las conexiones neuronales las vísceras y los músculos de la espalda están relacionados. Es por ello que cuando una víscera deja de funcionar se manifiestan los problemas en la espalda.
- Influencia emocional. Las disfunciones viscerales pueden producirse por una emoción concreta. Cada emoción afecta a un órgano distinto.
- Influencia nutricional. La ingesta de determinados alimentos provocan las distintas alteraciones en la función de los órganos.