Si recientemente has tenido un esguince o rotura que involucra a los ligamentos de la rodilla (específicamente a los ligamentos colaterales interno y externo) este vídeo te puede interesar. Aquí te explicaremos cómo, cuándo y por qué debes usar una órtesis de rodilla para esguinces (también llamada rodillera, en este caso hablaremos de la rodillera estabilizadora), además de mostrarte algunos ejemplos de órtesis, cómo funcionan y cómo utilizarlos. Está atento, esta información te puede servir de mucho.
Tipos de esguinces de rodilla
Existen varias clasificaciones que se pueden utilizar ante un esguince de rodilla. Entre estas clasificaciones tenemos:
- Según gravedad. El esguince de rodilla puede clasificarse en 3 grados: grado 1 o leve (pequeña lesión del ligamento), grado 2 o moderado (lesión mucho más seria del ligamento) y grado 3 o grave (rotura casi completa).
- Según ligamento. Dependiendo del ligamento que se lesione tendremos diferentes esguinces: el ligamento interno es mucho más complejo que el ligamento externo, por lo que uno de ellos (el ligamento colateral externo) da menos problemas (el ligamento colateral interno suele tardar mucho en curarse y quedan dolores residuales).
- Según la persona afectada. La capacidad general de recuperación y la estabilidad articular de la persona varían enormemente.
- Según las necesidades futuras. No es lo mismo una persona que sólo necesita sus rodillas para bajar y subir escaleras que un atleta de alta competencia que requiere de una resistencia de hora u hora y media utilizando sus rodillas.
Rodilleras: órtesis de inmovilización o estabilización de rodilla
Las rodilleras son un tipo de inmovilizador de rodilla (dentro de los inmovilizadores de rodilla podemos encontrar las escayolas o férulas, los vendajes compresivos y los vendajes funcionales). Las órtesis de rodilla pueden dividirse en blandas o compresivas y rígidas, según el material del que estén conformadas y la libertad para el movimiento que permitan.