El esguince de tobillo es una de las lesión más frecuentes hoy en día tanto en la práctica deportiva como en la vida cotidiana. Hasta hace pocos años el único tratamiento consistía a base de antiinflamatorios y de inmovilización con férula de yeso o escayola. Hoy en día sabemos que el mejor tratamiento es la movilización precoz, pero en primer lugar debemos saber si hay un esguince de tobillo.
Para esto hay que indicar que es imprescindible que el paciente sea consciente de que ha habido algún tipo de traumatismo o de mala pisada que haya provocado esta lesión, ya que un esguince de tobillo consiste en la rotura parcial o el desgarro parcial de los ligamentos del tobillo, con lo cual, es imprescindible que haya habido una mala pisada previamente.
¿Cómo saber si me hice un esguince de tobillo?
Este desgarro de los ligamentos provocará un dolor importante con dificultad para pisar y andar y posteriormente, aparece una inflamación o abultamiento en la zona externa del tobillo. Días posteriores es frecuente que aparezca un hematoma o moratón que significa que le ligamento al romperse ha sangrado.
Con frecuencia también con un esguince de tobillo se producen bloqueos articulares por ejemplo del astrágalo, lo que requiere una manipulación osteopatía, siempre es conveniente realizar una radiografía para descartar que además de un esguince puede haber una o fisura o rotura del hueso, lo cual, si requeriría una inmovilización durante varias semanas.
Tratamiento y recuperación de un esguince de tobillo
El tratamiento de un esguince de tobillo es bastante extenso, pero cada estímulo debe ser aplicado en determinado momento de la recuperación de la lesión. En este vídeo te explicamos, fase por fase, en qué consiste el tratamiento de un esguince de tobillo.
¿Por qué NO inmovilizar un esguince o torcedura de tobillo?
Un esguince NO es conveniente inmovilizar. Los tratamientos de esguinces del pasado incluían la inmovilización como parte fundamental en la primera fase, pero hoy en día entendemos por qué no debemos de inmovilizar. En este vídeo te explicamos todas las razones.
Esguince de tobillo mal curado o crónico
¿Qué sucede cuando un esguince se cura mal? ¿Tiene alguna relación con las lesiones recurrentes de los tobillos? ¿Qué se debe hacer en estos casos? En este vídeo te damos respuesta a todas estas preguntas.
Automasaje para el esguince o torcedura de tobillo
Una de las herramientas básicas que utiliza un fisioterapeuta en consulta ante un esguince son los masajes. Aprende a realizar tú mismo un masaje de tobillo con el siguiente vídeo.
¿Qué es un esguince de tobillo?
Antes de empezar a hablar acerca del esguince de tobillo, es necesario saber primero en qué consiste el esguince. Haremos una breve explicación de qué es un esguince. El esguince es un estiramiento excesivo y brusco de un ligamento. El ligamento, en el caso del tobillo, lo que une es el peroné con el calcáneo para evitar que el tobillo haga excesivamente el gesto de abrirse cuando uno pisa.
Cuando uno pisa y se tuerce el tobillo, se abre ese cordón, ese ligamento que sujeta la articulación para que no vaya más allá; si este gesto es muy brusco, ese ligamento se puede rasgar, se puede romper parcialmente, eso es un esguince.
Así que podemos decir que un esguince es una rotura parcial, en un grado muy pequeño o mayor, pero una rotura parcial, un desgarro parcial de ese cordón que es el ligamento que estabiliza el tobillo. En el tobillo tenemos tres ligamentos fundamentales en la parte externa:
- Ligamento lateral externo, peroneo-calcáneo
- Otro que va hacia adelante, peroneo-astragalino anterior
- Y el posterior peroneo-astragalino posterior
- Ligamento peroneoastragalino anterior: desde el borde anterior del maléolo externo al cuello del astrágalo.
- Ligamento peroneocalcáneo: Desde la punta del maléolo externo a la cara lateral del cálcaneo.
- Ligamento peroneoastragalino posterior: Desde la fosa digital del peroné al tubérculo lateral posterior del astrágalo.
Bien, en los esguinces los más frecuentes son lesiones en el ligamento lateral externo y el ligamento anterior.
Síntomas del esguince de tobillo
Una vez que sabemos que el esguince es una rotura, un desgarro, es lógico que pensemos si no has tenido un traumatismo previo, es decir, una mala pisada, un gesto brusco, o te han golpeado haciendo algún deporte o jugando al futbol y te has torcido el tobillo. Es decir, uno no puede hacerse un esguince de tobillo sin enterarse.
Cuando te haces un esguince en el tobillo te das cuenta de cuándo y cómo te torciste el tobillo. Si tienes dudas, solo tienes que preguntarte si has tenido un resbalón, una mala pisada que te ha hecho daño, aunque en caliente te haya dolido poco, pero que te ha hecho daño, entonces a lo mejor, tienes un esguince del tobillo.
Si no hay traumatismo previo no puede haber desgarro en el ligamento. Puede ser otra cosa, será una tendinitis, una inflamación de la articulación, cualquier otra cosa, pero para que sea un esguince tiene que haber un traumatismo previo. Esta rotura del ligamento va provocar una hemorragia interna, porque esos ligamentos tienen vasos sanguíneos, que se rompen y sangran.
Por eso después de tres, cuatro o cinco días (después de haberte torcido el tobillo) puede salir un hematoma, que se puede extender hacia arriba y hacia los dedos, es más, cuanto más se extienda, mejor; cuanto menos se quede localizado el hematoma en la zona justo lateral de donde se rompe el ligamento, mejor. Es mejor que se extienda.
Siempre un esguince tiene que conllevar un traumatismo previo. Los síntomas típicos del esguince: El dolor es variable porque, si la rotura del ligamento es breve, pues el dolor puede ser más suave. Es muy probable que, aunque te hayas hecho un pequeño esguince, tu puedes seguir andando, seguir haciendo ejercicio físico, sobre todo, si estas en caliente.
Otra cosa que es frecuente, que luego cuando te quedas frío, se hace un pequeño hematoma y ese hematoma genera dolor. Llega un momento en frío, que te obliga a cojear, ya no puedes andar normalmente, eso puede pasar. El dolor es variable. A veces un esguince fuerte genera un dolor muy intenso, hay gente que incluso se puede marear, se puede desmayar, y desde el mismo momento ya no puede andar. Un esguince de grado dos o de grado tres, es decir, una rotura importante en el ligamento, ya no te va a dejar andar. Sin embargo, una rotura pequeña si te deja andar, aunque sea cuando estás en caliente.
La inflamación lo mismo, es progresiva. Si es un esguince pequeño, pues se va a ir inflamando poco a poco hasta convertirse en una inflamación moderada, mientras que una rotura, un esguince más grave, es cuestión de segundos, se hace una bola en la parte externa del tobillo, esa bola es el hematoma causado por la rotura del ligamento. La inflamación se da a posteriori de haberte torcido el tobillo.
Esa inflamación es progresiva, gradual y variable en función del grado del esguince. Y la incapacidad lo mismo, es posible que el esguince en el momento te deje seguir jugar al futbol o hacer deporte o corriendo, o es posible que no seas capaz de dar ni un paso. Todo eso es variable. Cuánto más grave sean todos estos síntomas que hemos señalado, el esguince se puede catalogar de grado dos o tres. Tenemos tres grados de esguinces:
- Una rotura grado uno: se trata de una rotura muy pequeña.
- De grado dos: sería una rotura significativa del ligamento.
- De grado tres: se trata de una rotura importante del ligamento, es decir, un desgarro importante del ligamento.
Cuanto más grave sea el esguince, más dolor vamos a tener, más incapacidad, más inflamación, y mientras va pasando los días más hematomas, más moratón que sale en toda esa zona.
Es importante descartar fracturas o fisuras
Habría que descartar en cualquier esguince, sobre todo en los esguinces graves, que haya una fractura o una fisura. Normalmente, cuando se trata de un esguince grave y ha habido una fractura, ya no vas a poder pisar, y eso nos va a hacer sospechar. Cuando se trata de un esguince importante, en el cuál el paciente ya no puede poner el pie en el suelo, se hace una radiografía para descartar que haya una fractura o una fisura. Una rotura estable puede engañarte, una radiografía siempre nos puede quitar de dudas.
También tenemos los bloqueos articulares, que se pueden dar incluso en roturas muy leves, incluso se pueden dar en niños muy pequeños, lo que ocurre en esos casos es que hay un bloqueo articular, bloqueo en diferentes huesos del tobillo. Ese bloqueo es como una incongruencia en esa articulación, esa incongruencia genera inflamación, tendinitis, y el paciente va poder pisar, pero le va a generar dolor. A veces se trata de un esguince leve y sin embargo hay mucha incapacidad de andar.
Hay casos en los cuales los pacientes dicen que el dolor fue leve, pero que ha pasado meses y que le ha quedado un dolor crónico. A veces, es que en este esguince leve, lo que tuviste además del esguince leve, fue un bloqueo en la articulación y eso puede quedar a veces de forma perpetuada en el tobillo, sobre todo si te escayolaron, si le inmovilizaron el tobillo, lo que hay que tratar es ese bloque articular.
A veces incluso no ha habido ni esguince, y sin embargo hay un bloqueo; no hay esguince, no hay inflamación, no hay hematoma, no duele el ligamento al tocarlo, y sin embargo el paciente llega con una postura dónde el tobillo le cuesta pisar.
La importancia de bloqueos articulares
En esguinces importantes pueden coexistir la rotura del ligamento con el bloqueo articular. En estos casos tenemos que tratar la rotura del ligamento y desbloquear esa articulación, eso lo tiene que hacer un fisioterapeuta experto, con manipulaciones, a veces osteopáticas, que tratan de restaurar la movilidad correcta en el tobillo. Una vez que se restaura la movilidad, habría que tratar ese ligamento roto, tratar de que cicatrice bien, y que sea una cicatriz elástica y no dolorosa, que no se pierda masa muscular.
Todo eso nos lleva a la conclusión de que un esguince, salvo un esguince muy grave, lo ideal es no inmovilizar la articulación, no inmovilizarlo con una escayola, sí estabilizarlo con un vendaje funcional.