La hernia discal cervical es una patología de diagnóstico creciente en nuestra sociedad moderna. Consiste en la rotura del disco situado entre dos vértebras cervicales.
El disco se comporta como un colchón relleno de gelatina, si la cobertura se rompe y resquebraja deja salir esta gelatina comprimiendo la raíz nerviosa, lo cual produce irritación e inflamación, provocando síntomas como dolor y pérdida de sensibilidad y de fuerza en el brazo y la mano.
Hernia discal: ¿trastorno súbito o alteración provocada por nuestros estilos de vida?
Para la medicina convencional estas hernias discales, también en la zona cervical, se producen siempre por factores mecánicos como malas posturas trabajos repetitivos y accidentes de tráfico. Sin embargo, la medicina natural o oriental explica que estas hernias discales se producen por una presión mantenida sobre el disco provocada por la contractura muscular de la zona, y esta contractura está generada por reflejos nerviosos vinculados en el caso de la hernia cervical izquierda, a la alteración del estómago que tiene asociada la ansiedad sobre todo vinculada al ámbito laboral.
En este sentido cobra especial importancia los cuidados dietéticos y nutricionales que favorecerán la regulación y el equilibrio del estómago y sistema nervioso.
Un tratamiento correcto de las hernias cervicales
Tratar únicamente los síntomas con antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares, y corticoides, sólo alivia el problema a corto plazo, y tiene efectos negativos e irritantes sobre el estómago con lo cual puede empeorar el problema, por lo que es importante abordar las causas de forma individualizada en cada persona.