A cada órgano y víscera de nuestro cuerpo le corresponde una zona de la espalda y una vértebra en donde se reflejan los trastornos de los mismos órganos. Es decir: cuando un órgano no funciona su manera de alertar del problema es manifestando lesiones a determinado nivel de la espalda (lesiones como contracturas, dolor, hernias, etc.). Cada órgano y víscera de nuestro cuerpo a su vez se enferma porque existe una emoción que les perjudica y los desequilibra. En esta ocasión hablaremos del bazo-páncreas.
¿Qué lesiones produce la alteración del bazo-páncreas y qué emociones provoca la alteración del bazo-páncreas?
Cuando el bazo-páncreas se altera se producen diferentes síntomas a nivel músculo-esquelético, entre los cuales debemos mencionar la contractura interescapular izquierda y bloqueos articulares a nivel de la 7ª y 8ª vértebras dorsales.
La primera forma en la que se altera el bazo-páncreas es por las emociones que alteran la vesícula biliar como son los disgustos, la amargura, y la crispación y el estrés de vida en general, que hacen que esta vesícula repercuta secundariamente sobre el bazo-páncreas. La otra forma en la que se alteran el bazo-páncreas es por las emociones que directamente le desequilibran como son la duda y la obsesión con todo lo que concierne a la esfera familiar.
¿Cómo tratar las alteraciones músculo-esqueléticas producto de las emociones que repercuten en el bazo-páncreas?
El tratamiento para estos desequilibrios de bazo-páncreas se divide en cuatro partes:
- Reconocimiento de las emociones que provocan la alteración del bazo-páncreas.
- Modificación nutricional para mejorar el funcionamiento del bazo-páncreas.
- Tratamiento mediante plantas medicinales que restablezcan la función del bazo-páncreas.
- Tratamiento de fisioterapia sobre las consecuencias a nivel osteomuscular.
(del libro de Roberto Junquera “El estrés, otras alteraciones emocionales, y tu dolor de espalda)