Los baños de contraste de agua fría y agua caliente se utilizan en la rehabilitación de lesiones deportivas o traumáticas desde tiempos muy antiguos, pero no por ser una técnica antigua es menos eficiente sino que en este caso, todo lo contrario.
Los baños de agua fría y caliente(1) fueron en este sentido una de las primeras herramientas que los seres humanos utilizaron para incidir y modificar el funcionamiento del organismo. En el presente sabemos que ésta técnica influye en la circulación, por lo que es ideal para un sin número de lesiones.
Para la correcta realización de un baño de contraste necesitamos de ciertas características en el agua que utilizaremos para las dos cubetas que utilizaremos.
Características del agua en cada cubeta
Para la correcta realización de un baño de contraste necesitamos de ciertas características en el agua que utilizaremos en cada cubeta.
Cubeta de agua caliente
El agua caliente debe de estar entre 38 y 44 grados centígrados, esta es la temperatura ideal para no quemarnos (recordando que el agua para hervir necesita 100 °C). Debemos de permanecer en ésta cubeta entre 4 y 6 minutos.
Cubeta de agua fría
Estará a entre 10 y 20 grados centígrados. Estaremos en ella entre uno y dos minutos.
¿Cuando usar frío y cuando usar calor? indicaciones en lesiones músculo-esquelética
Algo que suele confundir con frecuencia es cuando utilizar frío y cuando utilizar el calor según el tipo de lesión, para ello puedes ver el siguiente vídeo.
Otras alternativas para utilizar baños de contraste
Pues en realidad son para cualquier tipo de lesión musculoesquelética principalmente traumáticas, en éste modo de aplicación se da el ejemplo con cubetas una contiene agua fría(2) y otra contiene agua caliente, pero entonces puedes introducir fácilmente la mano, muñeca, los pies o tobillos, ya que será complicado o digamos imposible sumergir el hombro o la cadera en una cubeta, pero es entonces dónde la misma técnica de contraste con estos mismos principios deberás aplicarla utilizando compresas calientes o frías, otra alternativa es sumergir un paño en la cubeta de agua caliente y luego aplicar éste paño sobre la lesión (calor por transferencia), el frío no se puede transferir tan fácil por lo que puedes colocar cubos de hielo o hielo triturado en medio de un paño de tela doblado o bolsas de hielo, y bolsas de gel frío que venden en las farmacias.
Pasos a seguir para la realización del baño de contraste
Luego de tener listas las cubetas con agua seguiremos los siguientes pasos:
- Paso 1: comenzaremos siempre con el agua caliente.
- Paso 2: pasamos al agua fría. Nos mantendremos allí el tiempo establecido para luego pasar de nuevo al agua caliente. Realizaremos entre dos, tres o cuatro cambios, alternando agua fría y agua caliente.
- Paso 3: terminaremos en la cubeta fría o caliente dependiendo de la lesión; si es una lesión recienteterminaremos en agua fría, si la lesión se ha hecho crónica o se ha pasado por un largo período de inmovilización terminaremos en agua caliente.
Efectos de los baños de contraste y sus beneficios para la rehabilitación de lesiones
Los efectos de los baños de contraste sobre el organismo son claros y tienen que ver fundamentalmente con la circulación sanguínea, aunque pueden actuar también de un modo diferido sobre el sistema nervioso autónomo. Sus efectos son de este modo:
- Aumento del riego sanguíneo y estimulación de vasodilatación (aumento del diámetro de vasos sanguíneos) y vasoconstricción (disminución del díámetro de los vasos sanguíneos).
- Limpieza de los tejidos y reducción de los edemas.
- Disminución de la rigidez y dolor previo a la rehabilitación y ejercicio.
- Movilización y estimulación del sistema nervioso autónomo.
- Indicaciones de los baños de contraste
Indicaciones de los baños de contraste
De acuerdo a los ya comentados efectos podemos utilizar los baños de contraste en los siguientes casos:
- En la fase inicial/media de la rehabilitación, previo a esta y como preparación para los ejercicios, manipulaciones y movilizaciones que realicemos ya que va a favorecer que todo esté más suelto y con menos dolor.
- Recuperación de esguinces de tobillo, fracturas del pie y tobillo y todo tipo de lesiones con inflamación y edema especialmente cuando ya están frías o cuando se retira la inmovilización. En estos casos lo que nos encontramos son unos tejidos empastados, duros y rígidos, con una circulación muy atascada y disminuida. Aquí es donde los baños de contraste van a ofrecernos sus mejores efectos al ayudarnos a limpiar estos tejidos
- Muy útil en el síndrome de Sudeck (alteración de carácter crónico que afecta al sistema nervioso). Como una buena herramienta para ayudar a equilibrar el sistema nervioso autónomo mejorando la circulación y reduciendo el dolor.
El frío y el calor(3) nos aportan muchísimos beneficios cuando los utilizamos individualmente (saber más acerca de la crioterapia y termoterapia), pero su utilización en conjunto nos trae maravillosos resultados. La realización correcta del baño de contraste y los ejercicios que te han indicado tu fisioterapeuta te ayudarán a continuar en casa tu rehabilitación. ¡Anímate a realizar un baño de contraste!
Referencias Bibliográficas
(1)https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD008262.pub2/full
(2)https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/5789372
(3)https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2352013217302569