La propiocepción es el mecanismo del cuerpo para saber cual es su posición y la posición del cuerpo, y su orientación en el espacio. Para ello, hay repartidos por todo el cuerpo (músculos, tendones, articulaciones...) receptores de presión y de movimiento, para mandarle al cerebro información de manera constante, pero que no analizamos de manera consciente. También, forman parte del sistema propioceptivo la vista y el oído o sistema vestibular, que nos va a informar de la aceleración y de la posición de la cabeza en el espacio.
Una de las funciones más importantes del sistema propioceptivo es analizar la información y adaptar el tono muscular y la contracción de los músculos durante el movimiento con el fin de evitar lesiones, por ejemplo al caminar por un terreno irregular.
¿Cuándo vamos a realizar este ejercicio?
Este ejercicio está indicado en todas las personas que tienen limitación de la movilidad de la columna lumbar y de la zona pélvica. Esto es común en los casos de hernia discal, o de hiperlordosis lumbar. Es decir, en general va a estar indicado en los casos de lumbalgia o lumbago ya que el tono muscular va a aumentar y la movilidad, por tanto, se va a reducir.
Otra posible indicación del ejercicio es en los casos en los que queramos trabajar la propiocepción y la toma de consciencia del esquema, y la movilidad corporal. Esto puede ocurrir en algunas situaciones como en situaciones de alteración neurológica o tras largos periodos de reposo o inmovilización.